Como es habitual los martes por la noche, al menos las últimas semanas, conecto el Mac a la Internet para recibir el correo electrónico. En concreto, estoy esperando la llegada de mi ración
Un hecho que me sorprendió mucho es que Javier vive y trabaja en A Coruña, a unos 200 Km., de donde yo vivo. Por alguna extraña razón resulta más sorprendente encontrarte a un vecino al otro lado del correo electrónico que a una persona de Nueva Zelanda.
Hay un montón de mensajes de Wicho, además de la ración de "vicio" (lo que tengo que traducir), y cada uno de ellos resulta más
desquiciante y divertido que el anterior. Los TidBITeros nos gastamos muy buen humor, lo que contribuye a que el trabajo de traducir sea un placer, m√°s que una carga.
Mientras voy leyendo los mensajes pienso en que una de las cosas que más me impactó al iniciar los intercambios relacionados con la traducción de TidBITS fue darme cuenta de la diversidad de lectores hispanoparlantes a la que podíamos llegar. Al principio, tenía la vaga idea de que mi traducción se dirigiría a un público predominantemente español. Sin embargo, la comunidad que habla nuestro idioma está repartida a lo largo y ancho del mundo.
Aun así, el grueso de la peña reside en España. Como Carlos Micó (con acento) que desde Barcelona dedica a la traducción parte del tiempo libre que le deja su trabajo de secretario en una escuela para jóvenes con grandes disminuciones físicas. En esa escuela, los alumnos trabajan con el Mac como medio de aprendizaje y comunicación. Allí fue donde Carlos conoció el Mac. Precisamente este martes me ha dejado un mensaje con relación a este tema, que a mí me interesa desde el punto de vista profesional.
Todos los miembros de TidBITS-es coincidimos en valorar el diseño del Mac orientado a la facilidad de uso, la coherencia de manejo entre las distintas aplicaciones. Eso hace que manejar un programa nuevo, por ejemplo, sea cuestión de poco tiempo, puesto que puedes aplicar lo que ya sabes.
Entre la versión española de TidBITS y Macgazine, se ha ido produciendo una vinculación cada vez más estrecha. Ambas publicaciones comparten filosofías parecidas en cuanto a contenido y público al que se dirigen, pero ante todo comparten recursos humanos.
Si se nos preguntase cuál es la razón que nos llevó a reunirnos en torno a la traducción de TidBITS, podríamos decir que hay varias razones. La más inmediata es que todos coincidimos en valorar el
Junto a esa razón práctica, otra quizás un poco más vaga pero no menos importante, como la de conocer a distintas personas interesadas en el mundo del Mac y la Internet.
Pero ahora tenemos una razón más fuerte que las citadas: nos lo pasamos bomba. Disfrutamos enormemente haciendo la traducción, que se ha convertido en un placer, y con todo lo que la rodea. Nuestra informal lista de correo está llena de buenos y divertidos momentos.
Usando una expresión de Guillo, nuestros Mac han dejado de oler a "chip recalentado", mientras que la Internet no nos ha alejado de las personas, ni los ordenadores nos han hecho perder el salero. Gracias a la red hemos hallado nuevos cauces para conocernos y reunirnos, sin importar nuestra procedencia geográfica ni cultural.
Ahora está surgiendo el deseo de reunirnos y seguir la charla en persona, alrededor de unas buenas tapas (consistentes y no virtuales) y unas buenas cañas (de cerveza y no de "agua de cebada con agujeros") para demostrar que la Internet, algo de lo que nos estamos convenciendo, puede ser una buena goma para borrar fronteras.